Los desodorantes, especialmente los aerosoles, suelen estar compuestos de varios materiales: metal o aluminio para los envases, y plástico para los tapones. Una gestión adecuada de estos residuos es crucial, ya que permite reutilizar materiales como el metal y el plástico, reduciendo así la contaminación y la necesidad de nuevas materias primas.
Los desodorantes en aerosol deben tirarse en el contenedor amarillo, destinado a los residuos reciclables. Para ello, es importante tener un contenedor específico para residuos reciclables en tu baño, equipado con una bolsa de basura perfumada. Antes de desecharlos, es esencial seguir algunas precauciones: nunca perfores ni quemes los aerosoles, ya que esto puede ser peligroso. Asegúrate de vaciar completamente el contenido realizando varias pulverizaciones hasta que no quede producto. También separa el tapón de plástico del resto del aerosol. Aunque ambos se tiran en el mismo contenedor, este pequeño gesto facilita su reciclaje.
Una vez recolectados, los aerosoles se dirigen a centros de clasificación especializados donde son despresurizados y desmontados. El metal y el aluminio se limpian antes de fundirse para producir nuevos objetos de metal. El plástico también se recicla y se transforma en varios artículos de consumo.
No todos los aerosoles se reciclan de la misma manera. Los desodorantes en spray, la espuma de afeitar, el champú en seco y la laca, por ejemplo, se reciclan de forma similar a los desodorantes en aerosol, y deben tirarse en el contenedor amarillo. Del mismo modo, los aerosoles de cocina, como los utilizados para la nata montada, siguen el mismo proceso de reciclaje..
Sin embargo, los aerosoles que contienen productos químicos, como los sprays de bricolaje (pinturas, solventes), no deben tirarse en el contenedor amarillo. Estos aerosoles se consideran residuos peligrosos y deben depositarse en un punto limpio, donde se tratarán de manera adecuada para evitar riesgos para la salud y el medio ambiente. A menudo, se identifican con pictogramas de peligro en el envase (tóxico, nocivo, corrosivo). En el caso de productos farmacéuticos, como inhaladores respiratorios, deberán llevarse a los puntos SIGRE de las farmacias.
Los desodorantes en aerosol, aunque prácticos, pueden presentar riesgos para la salud. Varios estudios vinculan el desarrollo del cáncer de mama con el uso de desodorantes que contienen sales de aluminio y parabenos (disruptores endocrinos). Puede encontrar más detalles en esta página.
Afortunadamente, existen varias alternativas más ecológicas y menos peligrosas:
Estas alternativas suelen estar formuladas con ingredientes naturales y no requieren envases en aerosol, lo que también simplifica la gestión de sus residuos. Optar por estos productos no solo puede reducir su huella ecológica, sino también fomentar un estilo de vida más saludable y sostenible.
El reciclaje correcto de los desodorantes, en particular los en formato aerosol, es esencial para proteger nuestro medio ambiente. Tirarlos en el contenedor amarillo después de vaciarlos y separar sus componentes contribuye a una gestión responsable de los residuos. Conocer las buenas prácticas de clasificación y optar por alternativas más ecológicas, como los desodorantes naturales en roll-on o sólidos, también puede ayudar a reducir nuestro impacto ambiental.
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